lunes, 18 de octubre de 2010

El Nombre de la Rosa (Umberto Eco)



               Esta interesantísima novela narrada por su autor, el escritor y profesor universitario Umberto Eco, nacido en Alessandria (Piamonte)  el 5 de enero de 1932. y mundialmente conocido por su novela El Nombre de la Rosa (1.980),  nos permite entrever una historia detectivesca con un toque de intriga, típico del prototipo de novela policíaca, desarrollada en el contexto de la Europa Medieval del año 1.327 (siglo XIV) donde se narran las experiencias vividas por el novicio Adso de Melk junto al Fray Guillermo de Baskerville, quienes en muy corto tiempo logran congeniar  de una manera espectacular, durante su estancia en la Abadía benedictina ubicada en el  norte de las costas Italianas.
 La obra es recopilación tomada o basada en la antología hecha por el abad Vallet, quien se apoyo en los escritos que hizo el propio Adso de Melk.; la trama de esta historia se centra en el esclarecimiento de una serie de muertes misteriosas de monjes de la abadía benedictina, El  abad Vallet hace entrega de este caso al fray Guillermo para que este, proceda a darle curso a una minuciosa investigación y  proporcione soluciones al respecto. El Fray Guillermo de Baskerville luego de una exhaustiva, lenta y concluyente investigación determina que la causa de las muertes de los monjes pertenecientes a esta abadía era producto de un supuesto envenenamiento que se originaba al leer unos libros que contenían tratados referentes a la legalidad de la risa y que estaban dispuestos justo en la biblioteca de este templo. El envenenamiento ocurría en el momento en cuanto la persona  humedecía con su lengua el dedo índice para  pasar la pagina (el veneno estaba impregnado en los vértices de las hojas), todo esto se detecta al observar que la lengua y el dedo de los fallecidos se tornaban de color morado luego de su deceso.

Es importante resaltar que a pesar de que esta obra enfoca principalmente el hecho que se narra en el párrafo anterior,  también nos muestra el ambiente  político - religioso que se vivía en el mundo europeo a finales de los “siglos oscuros o siglos de hierro” vividos por la iglesia católica a inicio del siglo XI. Para el momento en el cual se suscitan  estos acontecimientos, el clero experimenta cambios de índole político – religioso que le hacen perder el horizonte o norte de la labor eclesiástica, convulsionando así a todo el clero con medidas que traspasan los límites mundanos y restringen la esencia de la vida pastoral. Se  desarrolla así pues, este periodo y surge un personaje de gran relevancia:  El Papa Clemente V, asume las riendas del Vaticano y promueve algunas medidas, entre las cuales está el traslado de la iglesia de Roma hacia Aviñon, dejando a Roma bajo el mando de los poderosos de la época, quienes constantemente luchaban entre sí para mantenerse en el poder, transformando de esta forma, una gran ciudad, en un vulgar circo; en un Lupanar  gobernado por bandas armadas entregadas a la violencia y al saqueo. Además, llena de clérigos inmunes al brazo secular que enviaban  a grupos facinerosos que cometieran todo tipo de rapiñas y tráficos deshonestos.

Al Papa Clemente V, le sucede el Francés Jacques de Cahors (Juan XXII) quien fuere extremo devoto del rey de Francia y que buscó siempre favorecer los intereses de sus compatriotas. Surge también en esta historia,  una controversial disputa política, al originarse el nombramiento de dos emperadores para la misma sede (Ludovico de Baviera (Alemania) y  Federico de Austria. Los cuales entablan una constante y reñida contienda hasta 1.322 cuando Ludovico derrota a Federico.
Ante este hecho el Papa Juan XXII denota el peligro que representa el emperador y  le excomulga, por su parte, el  emperador declara “Herético” al Papa.
Para esos momentos se presenta el problema dogmático sobre la pobreza de cristo, proclamado como verdad de fe por los Frailes Franciscanos a instancias de los “espirituales” (grupo surgido de la orden Franciscana considerada Herética). Esta proclamación que aducía la humildad de nuestro señor Jesucristo, pretendía preservar la pureza y virtud de la orden franciscana, pero a juicio del papa representaba un principio capaz de poner en peligro sus propias pretensiones, por lo que fue duramente atacada. Se observa también la polémica medida de decretar como pecaminosas algunas virtudes del hombre como lo es la alegría, la risa, la fiesta, etc. asegurando que estas conducían al relajamiento de la moral y en consecuencia al alejamiento del camino hacia dios; En esta parte surge un personaje llamado Jorge, un monje invidente que representa un papel  controversial y contradictorio dentro de la polémica cristiana sobre la risa. 

 Jorge, el monje ciego entabla una constante confrontación con el franciscano Guillermo en lo referente a la  legalidad de reír, acotando este sabio invidente que la risa nunca estuvo presente en cristo, versión esta que fue tomada de los escritos de San Juan Crisóstomo, a este elemento. Para Jorge, la risa sacude el cuerpo, deforma los rasgos de la cara, hace que el hombre parezca un mono. Define la risa como un  signo de estupidez o necedad, hasta el punto de considerar que al reír el necio niega la existencia de Dios. En tanto que Guillermo, sostiene que los monos no ríen, que la risa es propia del hombre, que puede ser útil  para confundir a los infames; y puntualiza que Cristo también tuvo que recurrir al humor para confundir a los fariseos y estimular a los suyos.

Los escritores que hicieron vida durante esta época superponen a la risa como una expresión exterior de una persona insignificante y trivial, que por su misma  situación, nunca tendrá ingreso al maravilloso mundo que esconde los secretos divinos que proclama nuestro señor Jesucristo. Hoy día, podemos observar como este obsoleto y desacertado pensamiento, de alguna forma ha traspasado las barreras del tiempo en nuestra historia, y de ahí logramos percibir como en numerosas oportunidades, en las practicas eclesiásticas de la actualidad, observamos personas con facciones poco agradables, emulando seriedad, tristeza y arrepentimiento,  que representan una colación a los mensajes que hablan de las amenazas y los castigos de dios hacia los hombres.
  
 La narración de El Nombre de la Rosa, acontece en un tiempo histórico autentico, donde el autor se comunica y relaciona estrechamente con los sucesos y representaciones de la época, estudia desde ideas erróneas del hombre y del mundo, y las  analiza e interpreta de una forma sistemática y lógica. Humberto Eco, concibe la idea en texto anteriormente leído que:  Dios erigió un mundo que poco a poco se le ha ido escapando de las manos debido a las malas acciones propiciadas por el hombre. La iglesia por su parte, secuencial y progresivamente se ha descompuesto en su misión y esencia fundamental;  irremediablemente sus representantes en la tierra, bien sean, sacerdotes, arzobispos y papas han incurrido en errores que han dañado la fe y la moral de sus fieles y seguidores. Los Seres humanos somos criaturas connaturalmente sojuzgadas por las exaltaciones del mundanismo. En fin, en nuestro mundo siempre se ha querido establecer la mala medida proporcional de que “El fin justifica los medios”. Asevera el autor que el mundo que un día fuese creado por dios, es fatalmente maligno, pues de él surgen las incitaciones en las que el hombre irreparablemente cae en pecado.

            Esta obra encierra dentro de su misma esencia los hechos acontecidos en la Europa de la Edad media, sus vivencias, la problemática social para aquel entonces, las discrepancias y aciertos en materia política y religiosa, y en fin, aborda en su mayoría los aspectos que rodean a toda sociedad actual, pero enfocado desde la perspectiva del autor, quien hace énfasis en mezclar todas sus capacidades filosóficas y literarias con su conocimiento histórico y teológico para  proyectar  al lector de forma superficial en los aspectos sociales, religiosos, políticos y geográficos de la Europa medieval, pero mucho más sorprendente es la  facilidad con la que Umberto Eco se traslada en tiempo y espacio para dar con la exactitud que se distinguen todos y cada uno de los lugares donde se escenifica esta obra que le dio renombre internacional por su enriquecedor contenido y  la especial manera de dilucidar la verdad de dios, del hombre y del mundo.

Recomiendo a todos mis amigos la lectura de esta interesantisima novela que habla sobre el oscurantismo en la historia de la iglesia.